Le horla: fronteras y umbrales entre Maupassant y Freud

Resumen

Prefigurando aspectos de la realidad humana investigados por Sigmund Freud, Le Horla de Maupassant retrata la posesión del protagonista anónimo ya sea por un monstruo desconocido o por un trastorno psíquico, que parecen transponer la mayor estructura mental que rige la sociedad de la época y el régimen de pensamiento que se impone con la secularización de las costumbres, en una narrativa en forma de diario, permitiendo muchas otras aproximaciones con el psicoanálisis. Con esto, hay aperturas y complejidades para un estudio comparativo de la literatura y el psicoanálisis: pasando por sus zonas fronterizas, surgen nuevos significados e interpretaciones; Sin embargo, hay que tener en cuenta los límites de este enfoque, en el que la literatura puede ilustrar la psique humana, y el psicoanálisis, ayudar en el análisis del texto literario. Aplicando diferentes metodologías a un mismo objeto de estudio, la literatura y el psicoanálisis producen un conocimiento sobre este objeto, cuya interacción se puede observar en Le Horla. Ambos autores se enfrentaron a una sociedad fascinada por los fenómenos sobrenaturales y paranormales al mismo tiempo, preocupada por aprehender el espíritu humano en su funcionamiento y en sus perturbaciones y perturbaciones: los alienistas de la época más consagrados a describir la enfermedad, alienaban al paciente en las nosografías, creyéndose a sí mismos a sí mismos alejados de su objeto de estudio e imparciales, (re)produciendo exclusiones y prejuicios. Creyentes de tal concepto erróneo, por un lado Freud funda el psicoanálisis, por el otro, Maupassant hace de la literatura su laboratorio. Ambos critican la ilusión de una neutralidad en el campo científico y aportan, aún hoy, otra visión de los límites de los procesos del inconsciente, mostrando que diferentes áreas pueden dialogar sin reducir o imponer a la otra para prosperar e impulsar nuevas perspectivas de estudios y crítica.