Rutas de difusión de las Geociencias bajo la nueva visión de la sociedad pospandémica

Resumen

Pasamos el 2021 enfocados en seleccionar y editar los 56 trabajos que componen el volumen 17 de Terræ Didatica, con la esperanza de que algún día haya un mayor control sobre la pandemia Covid-19 y sus terribles efectos, pero el desafío de combatir el virus seguirá exigiendo esfuerzos de investigadores, autoridades y población. Las páginas de la revista estuvieron impregnadas de resultados de investigaciones sobre los efectos de la pandemia en la educación geocientífica, con énfasis en propuestas innovadoras que revelan la potencial contribución de las Ciencias de la Tierra al esfuerzo colectivo para enfrentar la catástrofe. Hemos recopilado ejemplos a lo largo del año, así como resultados experimentales y evidencia notable, de que “las sociedades humanas necesitan volver a aprender a relacionarse con la naturaleza” (Presentación de Terræ Didatica, 2021). Las semillas de la innovación se plantan cuando el investigador-educador contextualiza aspectos de la realidad local para trabajar con sus alumnos en temas controvertidos sobre la relación entre las sociedades humanas y la naturaleza. Sin embargo, antes de comenzar a trabajar en el aula, es necesario ampliar y reformular puntos de vista para problematizar temas sobre la compleja e intrincada red de la vida en la Tierra. Cada educador necesita capacitar y profundizar conocimientos sobre la dinámica ambiental. Los temas de Geoética y Geoconservación inspiran una investigación ininterrumpida, mientras que se acumulan estudios de casos sobre problemas importantes de degradación ambiental que pueden entenderse mejor a partir de las dificultades elementales y extremadamente desiguales que experimentan las comunidades.

Estos no son temas nuevos, todavía: son temas que han sido estudiados y debatidos durante mucho tiempo. Sin embargo, después del evento crítico de la pandemia, los conceptos relacionados con la dinámica de la Tierra y los impactos de la interferencia humana en los procesos naturales saldrán a la superficie y pueden mostrar que el modelo actual de sociedad ya no es efectivo; por el contrario, es frágil y agresivo para los ambientes y ecosistemas terrestres. Es posible que se produzcan pequeños cambios positivos y la educación desempeñará un papel importante en el cambio de paradigmas.