De artistas y buitres: un paralelo con los ejemplares carroñeros sobre la presencia del cuerpo del animal y el equilibrio del ecosistema del arte

Resumen

Los animales han sido desplazados del medio natural, se han apropiado como cosas en general y, cuando se exhiben en instituciones legitimadas, se confirman como objetos de arte. Si bien notamos la regularidad de estos seres en las obras artísticas, el tema carece de reconocimiento. Los cambios en el enfoque de la Historia del Arte, sin embargo, favorecen el debate en torno al tema al llamar la atención sobre prácticas poco o casi nunca estudiadas, como el uso del cuerpo del animal. Aun así, los artistas no renunciaron a utilizar en su trabajo ejemplares de las especies más inusuales, incluidos los que se alimentan de materia en descomposición, clasificados como carroñeros. Este artículo pretende establecer un paralelismo entre estos ejemplares que, a pesar de gozar de una mala reputación, ocupan un lugar fundamental en el ciclo de la vida y los artistas contemporáneos que juegan un papel estratégico en el mantenimiento del equilibrio del ecosistema del arte al emplear animales de todos los orígenes en sus producciones.