Escribimos samba sobre asfalto salvaje: Malandragem como práctica de resistencia en la obra de Heitor dos Prazeres y Hélio Oiticica

Resumen

La importancia de la ascensión de Hélio Oiticica al Morro de Mangueira para su carrera ha sido ampliamente estudiada y mitificada, y recientemente ha comenzado a recibir atención la deuda de su trabajo con la cultura afrobrasileña. Sin embargo, su obra no ha sido explorada con suficiente atención a través de la lente del malandragem, el uso de trucos para burlar a las personas en posiciones de poder y restaurar un sentido temporal de la justicia. Interpreto el malandragem como un legado de la resistencia promulgada por los africanos esclavizados y sus descendientes contra el colonialismo, la esclavitud y la opresión. En este artículo analizo la obra de un artista afrobrasileño de una generación anterior, Heitor dos Prazeres, cuya obra fue etiquetada como “ingenua” y “primitiva” y, por lo tanto, excluida de la historia del arte moderno. Aunque parezca inusual emparejar el trabajo de un pintor figurativo como dos Prazeres con el de Oiticica, un artista que no solo nunca produjo arte representacional, sino que incluso declaró la muerte de la pintura tradicional y dedicó su carrera a trasponer el medio al espacio y al tiempo. , de hecho, la cultura del malandragem une las dos oeuvres. Pintor y compositor de samba, dos Prazeres fue profundamente importante en el establecimiento de las bases del entorno cultural del que se basaría Oiticica en la década de 1960, donde la samba es solo un aspecto. Heitor dos Prazeres utilizó el malandragem para doblar las barreras sociales e infiltrarse en un mundo cultural hostil durante el Estado Novo (1937-1945) y las décadas siguientes. Sus tácticas deben ser consideradas precursoras de las estrategias que los artistas que trabajaron bajo la dictadura militar (1964-1985) adoptarían para expresar el disenso, como en el caso de Hélio Oiticica.